sábado, 11 de diciembre de 2010

Bienvenido

Has venido a alegrarnos la noche, la mañana, la vida entera. Has venido a demostrarnos que no todo está perdido y a decirnos con tus recien estrenados y aún entrecerrados ojos, que llegará el día en que sobre tus espaldas cargarás con el saco de promesas que nosotros dejamos sin cumplir. Has venido a sonreirnos en medio de esta seriedad de liquen que se pega a nuestros cuerpos de piedra. Has venido a ofrecernos un norte al que aferrar la errática flecha de nuestras brújulas, para enseñarnos a detener la mirada sobre los hitos realmente importantes del camino. Has venido para señalarnos con tu pequeño dedo hormigas en el suelo y diminutos aviones perdidos en el cielo. Has venido a clavarnos los pies en la tierra y la sonrisa en el fondo del pecho.
Has venido, y eso ya es en si motivo de esperanza y alegría. Bienvenido.

1 comentario:

Milongas dijo...

Enhorabuena, ahora no te queda más que aprender de esa gran sabiduría, y sorprenderte a cada paso de que lo mejor está en lo sencillo.
Abrazosss